Ya es tradición que la jornada de apertura reúna a miles de aficionados en torno a los ríos

Por fin el próximo domingo, día seis de abril, más de cuarenta mil pescadores leoneses, a los que se sumarán cientos de aficionados de otras provincias, volverán a encontrarse con el río. Alguno ya lo ha hecho, aunque con resultados bastante decepcionantes, en los ríos de Galicia o en Asturias, que han abierto con tres semanas de antelación.

Ya es una tradición que la jornada de apertura, vengan los ríos como vengan, reúna cada año a miles de aficionados que, en los tramos libres, llegan a colapsar las márgenes desde las primeras horas de la mañana. Para esta primera jornada los cotos, salvo contadas excepciones, están agotados. Quienes han tenido la fortuna de conseguir un acotado no padecerán esos agobios, ya que aquí el número de pescadores es limitado y sobran «tiradas» sin necesidad de convertir la pesca en una dura competición por llegar el primero. En todo caso también se han arriesgado a que los ríos bajen en malas condiciones por riadas o deshielos, riesgo que no tendrán, salvo tormentas excepcionales, quienes hayan pedido cotos para junio o julio. Las condiciones con que discurren los ríos de cara a la pesca pueden calificarse de regulares. La última nevada, tras la intensa sequía del invierno, mantiene unos caudales medios-bajos, pescables en todo caso pero, lo que es peor, las aguas bajan muy frías procedentes del deshielo. El agua fría contiene poco oxígeno disuelto y las truchas, que ad emás todavía no se encuentran totalmente repuestas tras el desgaste que suponen las frezas, reducen su actividad y apenas se alimentan.

Para pescar a mosca es preciso que las «pintonas» estén puestas a media agua o en superficie, para tomar los mosquitos que eclosionan en determinados momentos, y eso no suelen hacerlo con el agua muy fría. La mayor parte del tiempo permanecerán empozadas en zonas tranquilas o en rizos con poca corriente donde el agua «no tire» en exceso. Tampoco se desplazarán para buscar el cebo si ello requiere un esfuerzo suplementario. La cantidad de alimento que toman con las aguas tan frías es escasa pues tampoco pueden digerirla.

Desembalses y cebos

La provincia de León cuenta con numerosos embalses que regulan los ríos desde su cabecera. Por estas fechas suelen estar embalsando el agua necesaria para los riegos del verano.

El volumen de agua embalsada, a diferencia del pasado año, es mínimo lo que aconseja ahorrar el líquido elemento. Pero se da la circunstancia de que los campos están resecos y las comunidades de regantes han comenzado ya a regar, donde ello es posible, tanto los trigos como las praderas y árboles frutales. Además los agricultores que han sembrado remolacha temprana ya la están regando para que nazca. En esta situación los ríos regulados llevarán algo más de agua de la que sería habitual en un año con precipitaciones normales.

El cebo natural será, como cada inicio de temporada, el arte que proporcionará mas y mayores capturas. Las crecidas que limpian los fondos y arrastran el cebo no se han producido este año, por lo que es mas aconsejable el cebo de río, gusarapín o marabayo, que la lombriz. En todo caso quienes practican la pesca con cebo natural deberán conocer las limitaciones que la normativa aplica a esta práctica, especialmente la lombriz prohibida en todos los acotados y muchos tramos libres, prácticamente todas las cabeceras de los ríos. Otro señuelo que, sin ser especialmente efectivo, puede dar buenas capturas en este comienzo de temporada es la cucharilla. La eficacia de este señuelo artificial radica en su manejo, si bien al comienzo de temporada cualquiera puede enganchar una trucha a cucharilla ya que es cuando están mas confiadas.

Los pescadores de mosca deberán aprovechar la eclosión del medio día, pero también el resto del día, especialmente la mañana, para pescar a ninfa.

Un deporte todavía asequible

La pesca sigue siendo un deporte popular y asequible para todos los ciudadanos ya que el precio de la licencia para todo el año no llega a 10 euros. Es cierto que en función del equipo un aficionado puede gastarse mucho dinero, pero también lo es que por unos 60 euros puede adquirirse un equipo sencillo de caña de lance y carrete.

A partir de aquí la experiencia irá dictando nuevos gastos en sacadera, botas, chaleco, gorra o sombrero, y sofisticados señuelos. El carácter popular de la pesca se mantiene, afortunadamente, en esta comunidad donde las aguas son públicas como en el resto de España. Quienes han salido a pescar al extranjero saben muy bien lo que significa el negocio de la pesca que mueve cientos de millones con jornadas que pueden llegar a costar hasta seiscientos euros en Escocia o Noruega. El negocio de la pesca empieza a mover intereses empresariales, y cada vez mas colectivos relacionados con el turismo, la hostelería o actividades lúdicas se interesan en gestionar los ríos. Compatibilizar este recurso natural susceptible de generar riqueza y trabajo, con su carácter popular, será el reto administrativo en los próximos años, y es que los ríos y embalses de León no sólo conservan todavía una importante riqueza piscícola, también presentan parajes naturales d e incuestionable belleza.

Aguas más templadas en el Bierzo

La mayor parte de los ríos leoneses discurren con un caudal algo bajo para la época del año, a excepción de los ríos bercianos que presentan las mejores condiciones. Hay que tener en cuenta que en El Bierzo ha llovido algo más y que las cuencas de sus ríos recogen menos nieve, lo que hace que las aguas estén más templadas.

La nieve caída la semana pasada y su posterior deshielo ha incrementado la entrada en los embalses. Así Riaño ha ganado 27 Hm3, Bárcena 12 Hm3, Porma 10 Hm3 y Barrios de Luna, el que peor situación presenta, tan solo 9 Hm3. Hay que tener en cuenta que en estos ríos, por encima del embalse, las aguas discurren muy frías al igual que en el resto de ríos de montaña. El tiempo seco y soleado, pero con temperaturas todavía bajas durante la noche en las áreas de montaña, hace que los deshielos comiencen a media mañana, de forma que quienes pesquen en zonas próximas a las cabeceras observarán que las aguas toman un color verdoso cuando llega el medio día, justo cuando empiezan las eclosiones de insectos.

Esto perjudica la pesca por lo que se recomienda pescar desde el amanecer hasta las doce o la una. Los ríos regulados no tienen este problema, pero el hecho de que haya comenzado la campaña de riegos modificará el caudal entre unos tramos y otros.